Luz en las oscuras pupilas de sus predilectos,
Luz en las violetas de su humildad,
Luz en la pobreza de su despojo total,
Luz en el aroma de una virginal flor,
Luz en la obediencia sin protestar,
Luz en la lámpara encendida al orar,
Luz en la ternura de su corazón,
Luz en su silenciosa paz interior,
Luz perenne en el camino a seguir,
Luz en los días de su Gólgota y Tabor,
Luz en mil bendiciones para sus hijas,
“Predicadoras de la Verdad y
Portadoras de la Luz” en el l ayer
Y en el hoy por un mañana mejor.
Hna. Élida Duque B.